Ricardo Martinelli ondea con fuerza la bandera de cuadros naranja y blanco a manera de señal para inaugurar el ensanche de una vía al este de la capital.

A su diestra está el diputado de esa área, José Muñoz, y el ministro de Obras Públicas, Jaime Ford. Martinelli, el empresario de los supermercados que se convirtió en presidente en mayo de 2009 y que a menos de 15 días dejará el poder, sonríe ante las cámaras, mientras que los pocos funcionarios que asistieron al acto sacan fotos con el celular.

Atrás quedaron las grandes inauguraciones con bombos y platillos que caracterizaban al “gobierno del cambio”, en la que asistían empresarios y un nutrido grupo de funcionarios.

Esta vez los que estuvieron presentes fueron residentes de Tocumen, que vestían camisetas con el nombre del “honorable diputado Muñoz”. Es lunes.

“Yo lo que prometo lo cumplo y si no puedo cumplirlo explico por qué no lo pude hacer”, dice el mandatario que en los últimos días, y tras la derrota su candidato José Domingo Arias en las presidenciales el 4 de mayo, ha inaugurado las últimas obras de su gestión.

El 10 de junio, y tras su gira por Europa y Medio Oriente, Martinelli reapareció en La Pintada de Coclé. Allí entregó casas a 68 familias. Lo acompañó la ministra de Vivienda, Yasmina Pimentel, y la diputada Dana Castañeda.

Al día siguiente, el 11 de junio, se trasladó a Altos del Llano en Chepo para entregar 139 computadoras portátiles. En una pequeña mesa presidió el acto el mandatario junto a Pimentel y el viceministro Edgar Lasso.

El jueves 12 viajó a El Coco de La Chorrera para inaugurar un “nuevo Minsa-Capsi”. La semana la concluyó en Colón. El viernes 13 entregó computadoras portátiles a los residentes de Nuevo Arco Iris y La Victoria.

“Quiero agradecer al pueblo de Colón por todo el apoyo que me dieron en estos cinco años de gobierno y decirles que después del 1 de julio seguiré viniendo a la provincia a verificar que las obras se terminen”, se despidió Martinelli, quien termina una administración polémica por los ataques a periodistas y los medios de comunicación independientes y los escándalos de corrupción.