La Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) cuenta con 15 hectáreas en Howard, corregimiento de Veracruz.

Allí se encuentra lo que hoy día se conoce como el “cementerio de los diablos rojos”. Antes era un área desolada, pero de la nada pasó a cobrar vida. Y es que este sitio, actualmente, es escenario de hechos que muchas personas consideran como insólitos.

Por ejemplo, desde hace un año han pasado por este lugar cientos de visitantes extranjeros a posar con estos autobuses que serán convertidos en chatarras; varias quinceañeras han hecho sus sesiones de fotos y el lugar ha sido el tema central de periodistas internacionales que han venido a Panamá por esto.

Además, el “cementerio de los diablos rojos” en marzo pasado fue escenario de la filmación para una película protagonizada por Dwayne Johnson, mejor conocido como La Roca.

Así lo informó Dimas Ríos, director encargado de la ATTT en el Área Económica Especial Panamá Pacífico.

ROBOS 

Pero así como ha cobrado popularidad tener una foto con un diablo rojo, también ‘los amigos de lo ajeno’ han dicho presente. Se han registrado unos 25 casos de personas que han sido denunciadas ante las autoridades competentes por el hurto de piezas como radiadores, baterías y cables en el sitio. Mientras que otros acuden por piezas de aluminio para su venta.

Al respecto, Ríos explicó que la ATTT solo tiene dos guardias de seguridad para custodiar el área. A esto se le suma que el sector carece del servicio de energía eléctrica.


DEL CHATARREO DE LOS DIABLOS ROJOS 

Por otra parte, el secretario general de la ATTT, Nicolás Brea, se refirió al “chatarreo” de los buses que circulaban por las calles de la capital. Según Brea, este chatarreo es necesario “para evitar la piratería de estos mismos buses”.

Es por esto que se decidió compensar al transportista, a cambio del certificado de operaciones, aseveró. “Del dinero que se le paga a los transportistas, el elemento más importante es el certificado de operación, porque el diablo rojo como tal quizás ya no valía mucho”, manifestó el funcionario de la ATTT.

Brea recordó que al principio de la compensación (en 2010) algunos buses fueron donados a iglesias, pero esta medida fue suspendida, “puesto que lo que le estábamos dando era un problema”, refiriéndose a que además de ser un elemento contaminante solo podía tener mayor uso su chatarreo.

Aunque Brea afirmó que solo donaron unos 60 buses, durante una reciente visita al “cementerio de diablos rojos” se constató que aún siguen llegando personas interesadas en que se les done alguna de estas chatarras que por décadas movilizaron a más de 700 mil personas en la capital.

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