El nuevo canciller panameño, Roberto Henríquez, aseguró este jueves poco después de asumir que en Panamá "no hay ninguna crisis", a pesar del quiebre de la coalición gubernamental tras la destitución de su antecesor, Juan Carlos Varela.

"El mensaje que yo quiero mandar es que en Panamá no hay ninguna crisis", dijo Henríquez en conferencia de prensa.

"Los únicos que quieren parar la vida de Panamá son nuestros adversarios políticos. Esos son los que están hablando de crisis, pero yo veo un país que está avanzando con esperanza y optimismo. Yo no veo ninguna crisis", insistió.

El flamante canciller dijo también que la política exterior del país será la misma que ha mantenido el actual gobierno, y anunció que en breve se definirá la posición panameña respecto a la creación de un Estado palestino.

"Va a haber en esencia una continuidad de la politica (exterior) que Panamá ha llevado adelante. No hay razón para cambios drásticos. Tenemos el mismo presidente y el mismo gobierno", dijo Henríquez.

El funcionario no adelantó en qué sentido podría pronunciarse Panamá respecto a la cuestión palestina, pero dijo que la decisión es inminente y que permitirá conservar "excelentes relaciones" con todos los países.

El presidente panameño, Ricardo Martinelli, destituyó a Varela el lunes aduciendo que "descuidó su función de canciller" por atender asuntos relacionados a sus aspiraciones presidenciales en 2014.

La destitución causó el quiebre de la alianza gobernante de derecha, puesto que renunciaron otros dos ministros del Partido Panameñista, que lidera Varela, aliado desde 2009 con el partido Cambio Democrático de Martinelli.

Martinelli nombró como sustituto de Varela a Henríquez, hombre de su confianza y subjefe de Cambio Democrático.

"El mundo ya está acostumbrado a ver cambios no solo de gabinete sino de gobiernos, transiciones profundas, donde el presidente de la república cambia y la vida económica del país continúa", dijo Henríquez, quien no descartó ser el candidato presidencial oficialista en 2014.

"Yo veo un país muy tranquilo y un gobierno que está continuando exactamente como si nada hubiera pasado (...). La vida continúa", añadió.