La constructora brasileña Norberto Odebrecht se adjudicó en septiembre de 2012 la licitación para diseñar y construir la nueva extensión del aeropuerto internacional de Tocumen, el llamado muelle sur.
La empresa brasileña se hizo con el proyecto tras presentar una propuesta económica de $679.4 millones, pero el costo final de la obra será superior.
En el contrato que formaliza la adjudicación, firmado por el presidente de la junta directiva de Tocumen, S.A. y ministro de Economía y Finanzas, Frank De Lima, se incluyeron además hasta $100 millones
en “costos asociados a Tocumen” y “obras opcionales” que sumarían $157 millones más. El contrato, al final, podría ascender a $936 millones, cifra que no había sido revelada por las autoridades.
El documento, refrendado por la Contraloría General de la República el 15 de febrero de 2013, incluye un desglose de precios que totaliza $679.4 millones, el monto ofertado por Odebrecht en la licitación.
No obstante, a continuación se puede leer: “Además, Tocumen reconoce y pagará al contratista por la ejecución de otras obras, servicios y suministros constantes en el formulario ´costos asociados a Tocumen´ ...hasta la suma de $100 millones... Las partes deberán acordar previamente los trabajos a realizar”.
En estos “costos asociados a Tocumen” se incorporan, entre otros, la reubicación de las utilidades públicas, el mejoramiento de la terminal existente y su interconexión con la nueva terminal, equipos de seguridad de migración, mobiliario, sistema de abastecimiento de combustible para aeronaves, estacionamientos para empleados. Estos trabajos simplemente son enunciados: no se especifica cuál es el costo de cada uno.
Además, el documento allana el camino para la contratación de más obras a Odebrecht sin licitación alguna. “Tocumen podrá ordenar mediante adenda al contrato la ejecución de otras obras opcionales según lo establecido en el pliego de cargos...”.
Entre estos trabajos se incluyen la nueva pista de aterrizaje y despegue de aviones, cifrada en $66.7 millones; pistas de rodaje por $82.1 millones; el paisajismo de la nueva terminal ($5.59 millones); y el paisajismo del bulevar de acceso, una nueva avenida que conectará la terminal con el corredor Sur, por $2.6 millones.
La tercera pista del aeropuerto y las pistas de rodaje estaban incluidas en el alcance general del pliego de cargos original, pero en una adenda introducida al documento el 3 de agosto de 2012, 20 días antes de la entrega de las propuestas, se les dio el carácter de opcionales.
De igual forma, en el pliego original se contemplaban $60 millones de “costos asociados a Tocumen”, pero en otra adenda se elevó la cifra a $100 millones.
Aunque fuentes del sector aeronáutico explicaron que por el momento no se requiere una tercera pista en el aeropuerto, lo cierto es que Odebrecht se ha reservado un lugar privilegiado para hacer el trabajo cuando sea necesario.
Una fuente del sector de la construcción dijo que la inclusión de “obras opcionales” en un contrato no es algo habitual, pero que tampoco es ilegal. Puede ser, explicó, que la entidad contratante quiera asegurarse un precio por un trabajo que tendrá que hacer en el futuro y para el que no tiene presupuesto en el momento actual.
No se trata de la primera vez que Odebrecht, la constructora con mayor volumen de negocios en el gobierno de Ricardo Martinelli, prepara el terreno para contrataciones venideras.
En la última adenda a la concesión de la autopista Madden-Colón, en la que el Ministerio de Obras Públicas le adjudicó de manera directa el llamado corredor de Colón por $127 millones, se incluyeron además futuros trabajos sin presupuestar, como los accesos a la travesía al Canal de Panamá, el acceso a Portobelo, y mejoras al sistema vial de la ciudad de Colón.
Esta fórmula fue cuestionada por la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos, que reclamó mayor transparencia en las contrataciones.
Este medio envió cuestionarios a Frank De Lima, a Juan Carlos Pino, gerente general de Tocumen, S.A., y a la empresa Norberto Odebrecht para que ofrecieran su versión sobre la inclusión de trabajos adicionales en el contrato del muelle sur, pero al cierre de esta edición no se había recibido respuesta.
CÓMO SE PAGA LA OBRA
Tocumen, S.A. y el Ministerio de Economía y Finanzas ultiman los detalles para hacer una emisión de bonos que ayudará a financiar la nueva terminal, una infraestructura de al menos 80 mil metros cuadrados con 20 puentes de abordaje.
La emisión, de $650 millones, se hará íntegramente en el mercado local a mediados de septiembre.
Además, el contrato entre Tocumen, S.A. y Odebrecht obliga a la empresa estatal a constituir un fideicomiso “y transferir al mismo el flujo de ingresos que será producto de la concesión de las áreas del nuevo terminal sur... y otros ingresos generados por el nuevo terminal sur con el objetivo de asegurar el pago”.
El fideicomiso podrá recibir recursos adicionales de Tocumen, S.A. o del Estado.
Incluso, se le podría solicitar a Odebrecht que contrate financiamiento para “aplazar los pagos por el avance de la obra o anticipo, con el objetivo de evitar impactos en la ejecución del proyecto”.
En definitiva, además de emitir deuda por un monto millonario y garantizar el pago de la obra con las concesiones de la nueva terminal, Tocumen, S.A. está abriendo la posibilidad de requerir a Odebrecht que financie parcialmente los trabajos, una suerte de contrato “llave en mano”.
Los costos que genere ese financiamiento, aclara el contrato, serán pagados por Tocumen, S.A. y no estarán incluidos en el precio del contrato. Es decir, que los $936 millones podrían no ser el techo de esta obra.

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